El presidente del Banco Central de Reserva (BCRR), Julio Velarde, afirmó que el Perú atraviesa una etapa de crecimiento robusta, con fundamentos sólidos en empleo, consumo e inversión, pero con desafíos vinculados a la coyuntura política, especialmente por las elecciones del 2026, y a la evolución de los mercados internacionales.
“Si vamos a los indicadores más del momento, estamos viendo un crecimiento bastante sólido, en general casi todos”, afirmó Julio Velarde, quien anunció que el BCR elevó su proyección de crecimiento de 3,1% a 3,2% para este año y para el 2026 se mantiene en 2,9%.
Velarde reconoce que la incertidumbre política podría moderar el ritmo de crecimiento. Procesos electorales y posibles cambios en la inversión pública podrían alterar las proyecciones, aunque el país se mantiene entre las tres economías de mejor desempeño en Sudamérica para 2025.
Este buen desempeño es respaldado en el impulso de la demanda interna, el aumento de la inversión privada y la recuperación del empleo formal. Los datos de los primeros siete meses revelan que la masa salarial formal creció 7,6% en términos reales y cerca de 10% en términos nominales, lo que refleja un mayor poder adquisitivo de los trabajadores.
A la par, el consumo con medios electrónicos como tarjetas de crédito, billeteras digitales y pagos electrónicos avanzó entre 7% y 13%, lo que evidencia mayor dinamismo en el gasto de los hogares.
Por sectores, el agropecuario lidera con un crecimiento de 24,4%, seguido de servicios, manufactura, comercio y construcción, todos en terreno positivo. El empleo formal privado aumentó 6,6% en el mismo periodo, mientras que el empleo total formal se expandió en 5,1%, consolidando la tendencia de recuperación laboral.
Julio Velarde cree que inversión privada crecerá más
En el frente de la inversión, el BCRP corrigió al alza su estimación: la inversión privada crecerá 6,5% en 2025, con un aporte significativo tanto de la minería (5,4%) como de actividades no mineras (9,4%). La inversión residencial, que había sufrido fuertes caídas en 2023 y 2024, muestra ahora un repunte de 3%.
El gasto interno mantiene un ritmo vigoroso: la demanda interna crece 5,1%, por encima del 4,4% previsto inicialmente, y el consumo privado avanza a un ritmo de 3,5%. Estos factores han contribuido a que el Producto Bruto Interno no primario tenga un mejor desempeño que el primario, afectado por una menor producción pesquera.
En el plano fiscal, Velarde refirió que el sector público no financiero registra un déficit de 2,4% del PBI, similar al de los últimos 12 meses, con una proyección de cerrar 2025 en 2,1%. La deuda bruta del país se mantiene como la más baja de Sudamérica y México, con un ratio de 24% del PBI, lo que refuerza la sostenibilidad de las cuentas fiscales.
Política monetaria
En los mercados financieros, los bonos soberanos han mostrado volatilidad, influenciados por factores externos y por anuncios internos, aunque mantienen niveles atractivos para los inversionistas. La tasa de interés de referencia fue reducida a 4,25%, la más baja de la región, lo que refuerza la política monetaria expansiva en un contexto de inflación controlada.
La inflación interanual se ubica en 1,1%, muy cerca del límite inferior del rango meta del BCRP. En agosto, la caída de precios de algunos alimentos, como el pescado, ayudó a contener las presiones inflacionarias. El escenario inflacionario estable permite sostener expectativas positivas para los próximos meses.