El primer tramo del tren bioceánico Perú-Brasil será el que una Pucallpa con la costa del Perú, buscando que sea la conexión con el puerto de Chancay.
Uno de los desafíos que trae la construcción del nuevo puerto de Chancay es su conexión con Brasil, un mercado gigante sudamericano, y para ello los estudios del tren bioceánico Perú-Brasil se iniciarán el 2025.
Según el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, el primer tramo del tren bioceánico Perú-Brasil será el que una la ciudad Pucallpa, en la selva del Perú, con la costa peruana, específicamente con el puerto de Chancay.
En el presupuesto del 2025 ya se tienen los recursos asegurados para iniciar con los estudios de este primer tramo ferroviario.
Pérez Reyes señaló que la ruta que viene de las localidades brasileñas de Cruzeiro do Sul y Río Branco (estado de Acre), pasando por la ciudad de Pucallpa hacia la zona centro de Perú es la más corta para llegar al puerto de Chancay.
Anteriormente, Raúl Pérez Reyes había señalado que el interés y el financiamiento para la construcción de un tren bioceánico que conecte con el puerto de Chancay tendría que venir de Brasil y China, porque Perú ya tiene definida su conectividad con Asia.
“Creemos que, si algún interés surge por el tren bioceánico, tendría que ser básicamente de Brasil o China. Perú no tiene tanto interés puntual en ese tren porque no nos interesa salir al Atlántico, nuestro objetivo mira hacia el Pacífico”, indicó.
Retos en la ruta del tren bioceánico Perú-Brasil
En declaraciones a la agencia Andina, el titular de Transportes y Comunicaciones afirmó que si bien en términos de distancia lineal la ruta más corta más corta hacia Chancay es pasar por Pucallpa, hay retos retos que superar.
El primer resto es que de Pucallpa a la frontera con Brasil hay unos 100 kilómetros, pero pasando por la Reserva del Parque Nacional Sierra del Divisor.
Es por ello que desde el MTC consideran que la nuestra intervención no puede ser la convencional, es decir, a través de una carretera, porque dañaría terriblemente la Amazonía.
“La solución tendría que ser ferroviaria aérea, no a nivel del suelo, para evitar el impacto en las condiciones de vida de la reserva, y esa es una inversión importante; pero tendríamos que hacerla nosotros; y los brasileños, en los 80 kilómetros que faltan de Cruzeiro do Sul a ese punto de frontera”, agregó Pérez Réyes.
El reto comercial
Otro de los retos que tiene el país para impulsar el tren bioceánico Perú Brasil, es que en la frontera entre ambos países tendría que haber movimiento comercial que lo justifique, aunque se debe considerar que una parte de la carga saldrá por la carretera Interoceánica Sur.
“Si la dinámica del movimiento comercial en los estados brasileños de Acre y Rondonia justifica que haya un tren de Cruzeiro do Sul a Pucallpa, pues habrá que hacer la evaluación en ese momento”, manifestó.
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